lunes, 13 de abril de 2015

¿Influye el número de ingestas diarias en la pérdida de peso y la composición corporal?


Recientemente, se ha publicado un metanálisis con el objetivo de determinar cuántas ingestas diarias hay que realizar para lograr perder peso. La hipótesis del estudio era que comer pequeñas cantidades y de manera frecuente produce una disminución de los niveles de grasa del organismo y ayuda a mantener un peso correcto. Diversos estudios observacionales dan soporte a esta misma hipótesis, demostrando una relación inversa en la frecuencia de las ingestas y el contenido en grasa del cuerpo ya que genera un mayor control del apetito y mejora la regulación de los niveles de glucosa. En cambio, los estudios clínicos aleatorizados (de intervención) muestran resultados contradictorios: unos a favor de comidas frecuentes y otros en contra. Por eso, han hecho este metanálisis para aclararlo mediante la revisión exhaustiva de la literatura científica.

Los criterios de inclusión eran estudios clínico aleatorizados publicados en inglés, en los que se compararan la frecuencia de  las ingestas diarias (≤3 comidas vs ≥ 3 comidas), de duración mínima de 2 semanas, que se haya realizado una valoración de la composición corporal antes y al finalizar la intervención del estudio y los participantes que fueran mayores de 18 años.  Finalmente, solo 15 estudios cumplían todos los criterios.



En cuanto a los valores de IMC, el número de ingestas no tiene un efecto significativo en su disminución ni se observaron diferencias. En cambio, se detectó una pérdida de grasa corporal, siendo mayor cuantas más ingestas diarias se llevaban a cabo. En cuanto al porcentaje de grasa se produjo una disminución mayor cuanto más comidas diarias pero no era significativo ni se detectaron diferencias por ingestas diarias menores a 5.

Antes de establecer cuáles son las conclusiones final del estudio, conviene hacer referencia a las limitaciones ya que este estudio solo es aplicable en personas sedentarias, por lo que no se puede extrapolar en deportistas (existen estudios que demuestran un efecto favorable en su composición corporal de los atletas que realizan un ejercicio físico vigoroso pero aún así, hacen falta más estudios). Tampoco está clara su aplicación con dietas hiperproteicas (no recomendables para conseguir un buen estado de salud). Además, no es suficiente con valorar únicamente la composición nutricional sino también el riesgo cardiometabólico.

Se requieren más estudios para confirmar el motivo de los beneficios encontrados como la mejora en los niveles de glucosa, de la sensibilidad a insulina y del perfil lipídico ya que no todos los estudios revisados demuestran estas hipótesis.

En conclusión, el número de ingestas diarias realizadas no tiene ningún efecto significativo en la pérdida de peso ni la composición corporal excepto en los niveles de grasa que son menores cuántas más comidas se ingieran.     

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