Cada 28 de mayo se celebra el día
nacional de la nutrición. Este año es la XVI edición en la cual la Federación
Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) promueve
la organización de eventos en torno a la hidratación. Así que vamos a hablar
acerca de esta temática en este post.
Primeramente, todo el mundo sabe
que el planeta está formado mayoritariamente de agua, igual que en nuestro
cuerpo. Es decir, consumirla es imprescindible. Es importante saber que el
contenido disminuye un 10% a medida que avanza la edad.
El líquido se encuentra
distribuido dentro y fuera de las células. La concentración está en equilibrio
pero la ingesta y los procesos metabólicos pueden alterarlo permitiendo el paso
del fluido hacia el lugar dónde haya más solutos. El mayor indicado es el
sodio. Al producirse este fenómeno, el cuerpo envía señales que necesitamos
beber. Es lo que conocemos como mecanismo de la sed, que también se reduce a lo
largo de la vida. No por ello es obligatorio tomarse una botella de 2 litros. Guiaros
por la sensación que os acabo de comentar. Aun así, conviene tener en cuenta
que los deportistas deben ingerir una mayor cantidad debido a las pérdidas que
se producen a través del sudor, lo mismo sucede en los lugares en los que hace
más calor. Además, los niños y las personas mayores se caracterizan por tener
un mayor riesgo de deshidratación.
Una vez explicado lo anterior,
vamos a hablar de los motivos por los cuales es necesario hidratarse. Una de
las funciones más importantes que produce es la regulación de la temperatura
corporal. También se encarga de transportar los nutrientes, intervenir en las
reacciones celulares, es el componente principal de las sustancias que
generamos. Por último, es el lubricante de las articulaciones y los tejidos.
Otro aspecto importante es saber
que a lo largo del día se producen entradas y salidas de agua. Se producen a
través de las bebidas, los alimentos, la que se produce por el metabolismo, la
piel, la orina, las heces y la respiración.
Y ¿Cuál es la mejor forma de tomar
líquidos? La respuesta es sencilla. Con agua y infusiones. La razón es que no
aporta calorías. Da igual si la tomas en las comidas o fuera. Sigue sin
engordar. También se incluye la leche y las bebidas vegetales sin azúcares
añadidos. ¿Y qué pasa con los zumos, los
refrescos, los batidos lácteos y las bebidas alcohólicas? Son calorías vacías. Los
3 primeros contienen altas cantidades de azúcar. Y el último puede perjudicar
seriamente la salud en cantidades elevadas. Por estos motivos, el consumo debe
ser muy ocasional.
¿Y si hablamos de alimentos? Ahora
que se acerca el buen tiempo podemos tomarnos un buen gazpacho, una vichissoise
bien fresquita o un plato de melón con jamón. También una rodaja de sandía o
una macedonia bien fresquita. Y si no un sorbete. Que nadie se confunda en
ningún momento he puesto helado. ¿Os habéis dado cuenta que son base de frutas
y hortalizas? Es por qué poseen un 90-95% de agua.
Espero que os haya gustado y haya
servido para concienciaros en qué consiste una buena hidratación.
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