El estrés es una reacción del
cuerpo frente a una amenaza o peligro. Se produce una liberación de hormonas
que hacen que nuestro cerebro permanezca alerta de manera que los músculos se
tensan y aumenta la frecuencia cardiaca. Todo el mundo ha experimentado esta
sensación alguna vez y normalmente es a corto plazo ya que disponemos de la capacidad
de manejar la situación que lo provoca y ponerle fin. Es bien sabido que el
estrés mantenido durante un largo periodo de tiempo puede perjudicar la salud
dando lugar a presión arterial alta, insuficiencia cardiaca, diabetes,
obesidad, depresión, ansiedad, problemas menstruales y en la piel. Hay varios
estudios que han demostrado que el estrés implica la aparición de alteraciones
en la alimentación, por lo que he considerado adecuado realizar esta entrada.