Seguimos con la aportación de Belén
Rodríguez. Me comentó que había oído opiniones, tanto a favor como en contra,
de tomar soja en caso de presentar alguna alteración en el funcionamiento de la
glándula tiroides. Así que he estado documentándome sobre este tema.
Lo primero que debe quedar claro
es saber distinguir entre el exceso en la producción de las hormonas producidas
por esta glándula, y el defecto. Se conocen como hiper e hipotiroidismo,
respectivamente. Supongo que os preguntaréis que tiene que ver la soja con lo
mencionado anteriormente. Ambas patologías son hereditarias, aunque el
hipotiroidismo también puede manifestarse por la falta de yodo. Y aquí es dónde
la soja juega un papel clave.
Durante los último años, la soja
ha ganado protagonismo entre las mujeres, sobre todo durante tras la
menopausia. Aunque no es de extrañar que sea consumida entre los vegetarianos o
alérgicos a la proteína de leche de vaca.